Durante casi cuatro décadas, el color de los lagos ha sido analizado no solo por su belleza estética, sino por ser un indicador esencial del estado ecológico de nuestros ecosistemas acuáticos. Un estudio pionero, basado en 32 millones de observaciones satelitales de 67.579 lagos desde 1984 hasta 2021, ha revelado patrones sorprendentes y consistentes en la variación de tonalidades que pueden alertarnos sobre procesos físicos y bioquímicos en constante cambio.
La tonalidad de un lago es un reflejo directo de lo que sucede en su entorno:
El estudio concluye que, a nivel global, la tendencia general es hacia longitudes de onda más cortas. Es decir, la mayoría de los lagos muestran un desplazamiento hacia tonos más azules, especialmente en zonas templadas cálidas y regiones boreales. Este cambio puede estar vinculado a variaciones en la vegetación de la cuenca, la dinámica poblacional, así como a los cambios en el volumen y la superficie de agua.
Tradicionalmente, la medición in situ ofrecía una visión limitada del estado de los lagos debido a la escasa cobertura geográfica y la baja frecuencia de observación. La llegada de la teledetección satelital ha permitido superar estas barreras. Utilizando datos de Landsat 5, 7 y 8, los investigadores lograron obtener una base de datos homogénea que abarca 38 años de observaciones continuas.
Para asegurar la fiabilidad de estos datos, se aplicaron rigurosos métodos de calibración cruzada entre sensores. Por ejemplo, se evidenció que, antes de la corrección, Landsat 8 detectaba valores de reflectancia más bajos en comparación con Landsat 7, debido a diferencias en su resolución radiométrica. Con el empleo de ecuaciones empíricas, se logró alinear estos valores, permitiendo un análisis confiable de la evolución del color de los lagos.
Además, se evaluó el impacto de los datos faltantes —por ejemplo, debido a la cobertura de nubes o a fallas en la recolección— demostrando que, con un umbral razonable de seis observaciones anuales, se podía mantener un equilibrio entre la cantidad de lagos analizados y la precisión de las tendencias.
El estudio no solo se centró en cuantificar el cambio en la longitud de onda dominante (λd) de los lagos, sino también en entender sus causas y las incertidumbres asociadas. Los resultados destacan que:
Los hallazgos de este estudio tienen profundas implicaciones para la gestión y conservación de los recursos hídricos. La evolución del color de los lagos es un claro llamado de atención sobre la interrelación entre el cambio climático, la dinámica del paisaje y la actividad humana.
El análisis global de los cambios en el color de los lagos durante las últimas cuatro décadas ofrece una perspectiva sin precedentes sobre el estado ecológico de estos cuerpos de agua. La tendencia general hacia tonos más azules, identificada en diversas regiones del mundo, se asocia a una combinación de factores ambientales y antropogénicos. Aunque existen desafíos metodológicos y ciertas incertidumbres en la medición, la capacidad de integrar datos satelitales a gran escala abre un camino prometedor para el monitoreo y la preservación del medio ambiente acuático.
En un contexto de cambio climático acelerado y creciente presión humana, contar con herramientas que permitan evaluar el estado ecológico de los lagos es vital para asegurar la salud de estos ecosistemas y, por ende, la seguridad hídrica de millones de personas en todo el mundo. La ciencia detrás del color de los lagos no solo revela la belleza oculta de la naturaleza, sino que también actúa como un faro que guía las políticas y acciones hacia un futuro más sustentable y resiliente.
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BiodiversidadReferencia: Shen, X., Ke, C.-Q., Duan, Z., Cai, Y., Li, H., & Xiao, Y. (2025). Satellite observations reveal widespread color variations in global lakes since the 1980s. Water Resources Research, 61(1). https://doi.org/10.1029/2023wr036926