En un reciente ensayo clínico, investigadores exploraron si el cannabidiol (CBD), el componente no intoxicante del cannabis, podría atenuar los efectos adversos del tetrahidrocannabinol (THC), el principal compuesto psicoactivo de la planta. Esta teoría ha sido objeto de numerosas investigaciones debido a que el THC, si bien es eficaz como analgésico en ciertos tipos de dolor neuropático crónico, provoca efectos secundarios psicotrópicos considerables, como euforia, alteración cognitiva y, en algunos casos, ansiedad. Este estudio doble ciego y controlado con placebo, realizado en 37 voluntarios sanos, evaluó el impacto del CBD en los efectos subjetivos y analgésicos del THC, con la hipótesis de que el CBD ayudaría a reducir los efectos adversos y mejoraría la tolerabilidad del cannabis como analgésico.
Los participantes recibieron dosis de THC (9 mg) junto con diferentes niveles de CBD: placebo, 10 mg, 30 mg y 450 mg. Los investigadores realizaron un seguimiento detallado de los efectos subjetivos y psicomotores a través de una batería de pruebas estandarizadas, y también se incluyó un muestreo farmacocinético para observar cómo los distintos niveles de CBD influían en la presencia y actividad del THC en el organismo.
Contrario a lo esperado, el CBD no disminuyó los efectos psicoactivos del THC. La dosis más alta de CBD (450 mg) no sólo no redujo los efectos adversos, sino que los incrementó en un 60,5 %, según la escala VAS de “sensación de estar drogado”. Además, esta dosis de CBD aumentó los niveles de THC en sangre, lo que sugiere una interacción farmacocinética: el CBD parece inhibir el metabolismo del THC, incrementando su concentración en el cuerpo.
En cuanto a las dosis más bajas de CBD (10 mg y 30 mg), no se observaron cambios significativos en comparación con el THC solo, tanto en términos de efectos psicomotores y cognitivos como en analgesia.
Este estudio contradice la creencia extendida de que el CBD atenúa los efectos del THC y aporta una nueva perspectiva sobre la farmacología del cannabis. Al incrementar la concentración de THC en el organismo, el CBD parece amplificar los efectos psicoactivos del cannabis, lo cual podría explicarse por la inhibición de enzimas hepáticas responsables de la metabolización del THC, como el citocromo P450.
Además, los hallazgos sugieren que el THC es el responsable de los efectos analgésicos, mientras que el CBD, incluso en dosis altas, no contribuye a estos beneficios. La analgesia observada se relacionó principalmente con el THC, y no se encontró una relación directa entre la cantidad de THC en el organismo y la intensidad de la analgesia, lo que indica que este efecto podría estar más vinculado a la experiencia subjetiva del dolor que a una reducción directa en la percepción de los estímulos dolorosos.
Estos resultados tienen importantes implicaciones para el uso médico del cannabis. La hipótesis de que el CBD contrarresta los efectos del THC se ha basado en estudios previos y en literatura popular, pero este ensayo sugiere que esta interacción podría depender de factores como la dosis y la vía de administración. Mientras que algunos estudios anteriores observaron una reducción de los efectos psicotrópicos del THC al añadir CBD, la variabilidad en dosis y métodos de administración dificulta llegar a un consenso definitivo.
El estudio también alerta sobre el riesgo de interacciones farmacológicas en consumidores de cannabis recreativo y medicinal, dado que muchos productos disponibles contienen ambos compuestos. En particular, los consumidores de CBD en forma de aceites o comestibles podrían estar expuestos a efectos potenciados de THC cuando ambos se ingieren simultáneamente.
El estudio revela que, lejos de atenuar los efectos del THC, el CBD puede intensificarlos a dosis altas. Esto no solo desafía el concepto de que el CBD es un modulador seguro de los efectos del cannabis, sino que también subraya la necesidad de un mayor control y conocimiento en el uso terapéutico del cannabis, especialmente para aquellos pacientes que requieren un manejo del dolor neuropático. A medida que la investigación avance, será crucial comprender mejor las posibles diferencias de efecto según las vías de administración y la dosificación, para optimizar los beneficios y minimizar los riesgos asociados con el uso combinado de THC y CBD.
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Referencia: Gorbenko, A. A., Heuberger, J. A. A. C., Klumpers, L. E., de Kam, M. L., Strugala, P. K., de Visser, S. J., & Groeneveld, G. J. (2024). Cannabidiol increases psychotropic effects and plasma concentrations of Δ9‐tetrahydrocannabinol without improving its analgesic properties. Clinical Pharmacology and Therapeutics, 116(5), 1289–1303. https://doi.org/10.1002/cpt.3381