Aumento de microplásticos en el cerebro, un peligro silencioso


Diagnostico del cerebro
Diagnostico del cerebro
Anna Shvets/Pexels

La contaminación por plásticos ha alcanzado niveles sin precedentes y ha pasado de ser un problema ambiental a uno de salud pública. Un estudio reciente sobre la presencia de micro y nanoplásticos (MNP) en órganos humanos como el cerebro, hígado y riñones ha revelado datos alarmantes sobre la acumulación de estas partículas en nuestro cuerpo. El análisis, realizado mediante la técnica de cromatografía de gases de pirólisis-espectrometría de masas (Py-GC/MS), mostró un aumento significativo de la concentración de MNP en estos órganos desde 2016 hasta 2024, especialmente en el cerebro.

Los microplásticos son partículas de plástico que miden entre 1 micrómetro y 5 milímetros de diámetro, mientras que los nanoplásticos son aún más pequeños, con tamaños que varían desde 1 nanómetro hasta 1 micrómetro. Estas partículas se originan a partir de la degradación de productos plásticos de uso común, como bolsas, botellas y otros productos derivados del petróleo. Debido a su pequeño tamaño, los MNP pueden penetrar en el cuerpo humano a través de diferentes vías, como la alimentación, la respiración e incluso el contacto con la piel.

El estudio analizó muestras de autopsias recolectadas en Albuquerque, Nuevo México, en 2016 y 2024, utilizando la técnica Py-GC/MS para cuantificar la presencia de MNP en tres órganos clave: cerebro, hígado y riñones. Los resultados mostraron que las concentraciones de MNP aumentaron significativamente en todos los órganos estudiados en el período comprendido entre 2016 y 2024, con una presencia especialmente elevada en el cerebro.

De los 12 polímeros analizados, el polietileno fue el más prevalente. Las muestras de cerebro presentaron concentraciones más altas de MNP que las de hígado o riñón, con un aumento del 50 % en la acumulación de estas partículas en los últimos 8 años. La investigación también reveló que la mayoría de las partículas encontradas eran de naturaleza nanoescala, es decir, extremadamente pequeñas, lo que sugiere que los mecanismos de absorción y distribución en el cuerpo humano aún no se comprenden por completo.

El estudio identificó al cerebro como el órgano más afectado, con concentraciones de MNP que varían entre 7 y 30 veces más que las observadas en hígado y riñones. Este hallazgo plantea interrogantes sobre cómo estas partículas, que no deberían atravesar la barrera hematoencefálica (una protección natural del cerebro), logran penetrar en este órgano. Se sugiere que la naturaleza lipofílica de los plásticos, es decir, su afinidad por las grasas, podría facilitar su entrada al cerebro, un órgano que tiene un alto contenido de lípidos.

Además, se observó que los MNP tienden a asociarse con el colesterol y otras grasas, lo que podría explicar por qué logran atravesar la barrera hematoencefálica. Una vez dentro del cerebro, su eliminación es un proceso aún desconocido, lo que lleva a su acumulación a lo largo del tiempo. Estos descubrimientos son especialmente preocupantes si consideramos que el cerebro recibe el 25-30 % del flujo sanguíneo del cuerpo y tiene un metabolismo extremadamente activo.

Si bien aún no se comprenden completamente los efectos tóxicos de los micro y nanoplásticos en el cuerpo humano, estudios previos han demostrado que pueden causar inflamación y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por ejemplo, se ha asociado la presencia de MNP en ateromas carotídeos con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares adversos, como ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares.

El estudio también plantea la posibilidad de una relación entre la acumulación de MNP en el cerebro y el aumento en las tasas de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y otras formas de demencia. Aunque esta relación aún no ha sido comprobada de manera concluyente, existe evidencia que sugiere que los nanoplásticos aniónicos podrían estar implicados en la agregación de proteínas, un proceso clave en el desarrollo de estas enfermedades.

El estudio no solo arroja luz sobre la presencia y acumulación de micro y nanoplásticos en el cuerpo humano, sino que también plantea preguntas críticas sobre su impacto en la salud a largo plazo. Las tasas crecientes de contaminación por plásticos en el medio ambiente sugieren que la exposición humana a estas partículas continuará aumentando en los próximos años. Por lo tanto, es crucial realizar más investigaciones para comprender mejor cómo los MNP afectan el cuerpo humano y cómo se pueden mitigar sus efectos.

El hallazgo de micro y nanoplásticos en órganos vitales como el cerebro, hígado y riñones marca un hito preocupante en nuestra comprensión de la contaminación plástica. La acumulación selectiva de estas partículas en el cerebro es particularmente alarmante y subraya la necesidad urgente de investigar los efectos a largo plazo de esta exposición en la salud humana. A medida que los plásticos siguen siendo una parte integral de nuestra vida cotidiana, la ciencia debe avanzar rápidamente para abordar este problema emergente antes de que sus efectos sobre la salud se vuelvan irreversibles.


Temas relacionados

Salud

Referencia: Campen, M., Nihart, A., Garcia, M., Liu, R., Olewine, M., Castillo, E., Bleske, B., Scott, J., Howard, T., Gonzalez-Estrella, J., Adolphi, N., Gallego, D., & Hayek, E. E. (2024). Bioaccumulation of Microplastics in Decedent Human Brains Assessed by Pyrolysis Gas Chromatography-Mass Spectrometry. In Research Square. https://doi.org/10.21203/rs.3.rs-4345687/v1

Licencia

Licencia Creative Commons 4.0. Lee las condiciones de nuestra licencia
Beneficios de publicar

Últimas noticias

Figure.
Redes sociales en la salud mental juvenil
Figure.
80% de probabilidad de superar los 1,5 °C en los próximos 5 años
Figure.
La gamificación impulsa el comercio electrónico