Investigadoras de la Pontificia Universidad Católica del Perú, abordaron el estudio de la relación entre el estilo de disciplina autoritaria aplicada por los docentes y su relación con el desarrollo cognitivo y socioemocional de niños de 4 años de un colegio privado. El estudio reveló que la actitud autoritaria de la docente perjudica el desarrollo emocional, causa distracción y desinterés en la clase, lo que podría asociarse con el bajo desempeño académico de los alumnos. Las autoras afirman que las prácticas y actitudes negativas, tales como los gritos, rechazos y amenazas de la maestra, en su afán de controlar la distracción u desorganización de sus alumnos, generan sentimientos de frustración y desmotivan el aprendizaje. Además, la actitud negativa de la docente, lejos de ser un ejemplo de inteligencia emocional, puede esconder una situación de maltrato infantil que se intenta justificar como disciplina.
La publicación expone que la imagen que proyecta el docente y sus propias habilidades de autorregulación emocional también influyen en la formación socioemocional de los estudiantes. La disciplina impartida en clase puede favorecer o limitar el desarrollo de habilidades socioemocionales en los estudiantes. Por lo que desarrollar una disciplina positiva reviste de gran importancia, pues los alumnos aprenderán ciertas actitudes importantes para su desarrollo personal y social, tales como manejar sus propias emociones, autorregularse, ser empáticos, entre otras. Inciden en que el desarrollo cognitivo de los niños es influido por sus emociones, por lo que se debe evitar estados emocionales negativos, que le provocará reacciones fisiológicas dañinas para su salud y limitaciones en su aprendizaje.
Finalmente, revelan que los niños expuestos a este ambiente agresivo, tienden a normalizarlas y verlas como un medio para la solución de conflictos. Este último aspecto no solo perjudicará a los niños, sino a la sociedad entera.
Temas relacionados
EducaciónReferencia: Pazos, D. y Sánchez M. (2021). La disciplina violenta, y el desarrollo cognitivo y socioemocional en el infante de preescolar. Educación 30(58) 250-269. https://doi.org/10.18800/educacion.202101.012