En un contexto global marcado por el envejecimiento acelerado de la población, comprender los factores que promueven un envejecimiento saludable es más crucial que nunca. En particular, en China, donde se espera que la proporción de personas mayores de 60 años aumente del 12,4 % en 2010 al 28 % en 2040, la necesidad de promover estrategias que fomenten una vida larga y saludable es evidente. En este sentido, un reciente estudio basado en el Estudio Longitudinal de Salud y Jubilación de China (CHARLS) ha arrojado luz sobre cómo las trayectorias de la duración del sueño influyen en la probabilidad de lograr un envejecimiento exitoso.
El concepto de "envejecimiento exitoso" se define como vivir una vida larga sin enfermedades crónicas importantes, con buena función física y cognitiva, salud mental estable y una participación social activa. Este ideal, sin embargo, no es alcanzado por la mayoría de los adultos mayores en China. Según investigaciones previas, solo el 15,7 % de los adultos mayores chinos logran este tipo de envejecimiento, en comparación con tasas mucho más altas en países como Japón (29,2 %) o Corea del Sur (25,5 %).
En este contexto, el sueño emerge como un factor clave. Tanto la insuficiencia como el exceso de sueño han sido asociados con resultados adversos para la salud, desde comorbilidades y deterioro cognitivo hasta depresión y mayor riesgo de mortalidad. Sin embargo, investigaciones anteriores se centraron en mediciones únicas de la duración del sueño, sin considerar cómo esta cambia con la edad, dejando un vacío en la comprensión de su impacto a lo largo del tiempo.
El estudio CHARLS evaluó la duración del sueño de 3.306 participantes en 2011, 2013 y 2015, y analizó su relación con el envejecimiento exitoso en 2020. Se identificaron cinco trayectorias de sueño:
El análisis reveló que el grupo con una trayectoria de sueño estable normal tenía la mayor probabilidad de envejecimiento exitoso. En contraste, aquellos con trayectorias de sueño estable, corta, creciente o decreciente tenían entre un 36 % y un 52 % menos de probabilidad de envejecer exitosamente. Estos resultados sugieren que no solo la cantidad, sino también la estabilidad de la duración del sueño, son factores cruciales para un envejecimiento saludable.
Este estudio destaca la importancia de monitorear los patrones de sueño como parte de las estrategias de salud pública para promover un envejecimiento exitoso. Las trayectorias de sueño inestables o fuera del rango saludable podrían servir como indicadores tempranos de problemas de salud.
Desde una perspectiva biológica, los mecanismos detrás de esta relación son complejos. La privación crónica del sueño puede acumular una "deuda de sueño", asociada con inflamación, cambios en el metabolismo neuronal y una mayor vulnerabilidad a enfermedades crónicas. Por otro lado, el aumento gradual de la duración del sueño puede estar relacionado con trastornos como apnea del sueño, depresión o fatiga, que también afectan negativamente la calidad de vida.
Este estudio pionero subraya la necesidad de adoptar una visión dinámica sobre la salud del sueño en las políticas de envejecimiento. Promover un sueño de duración y estabilidad adecuadas debería ser una prioridad en los programas de salud para adultos mayores en China y más allá. Además, investigaciones futuras podrían enfocarse en intervenciones que fomenten patrones de sueño saludables desde la mediana edad, ayudando a cerrar la brecha entre la esperanza de vida y la esperanza de vida saludable.
En definitiva, el sueño, un componente esencial, pero a menudo subestimado del bienestar, emerge como una clave para alcanzar un envejecimiento exitoso en una sociedad cada vez más longeva.
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SaludReferencia: Tian, L., Ding, P., Kuang, X., Ai, W., & Shi, H. (2024b). The association between sleep duration trajectories and successful aging: a population-based cohort study. BMC Public Health, 24(1), 3029. https://doi.org/10.1186/s12889-024-20524-7