Redacción HC
01/10/2025
La lucha contra el cambio climático no solo busca reducir emisiones, sino también proteger la vida humana. Sin embargo, la salud sigue siendo un elemento subestimado en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), los compromisos que cada país presenta en el marco del Acuerdo de París. Un artículo publicado en PLOS Climate (Cresto Aleina & Beagley, 2025) sostiene que la salud debe dejar de considerarse un simple “co-beneficio” para convertirse en un indicador central de la acción climática.
Las NDCs actuales rara vez incorporan métricas de salud de forma explícita. Para los autores, integrar objetivos sanitarios en los planes climáticos nacionales podría fortalecer el respaldo político y social. La población percibe con mayor claridad los beneficios de medidas que protegen la salud —como la reducción de la contaminación del aire o la prevención de muertes por olas de calor— que las metas puramente técnicas de reducción de emisiones.
Además de reforzar la justificación ética, la inclusión de indicadores sanitarios permitiría priorizar inversiones costo-efectivas en prevención y adaptar mejor las políticas a las necesidades de las comunidades. La salud se convierte así en un argumento tangible para acelerar la descarbonización.
El análisis de Cresto Aleina y Beagley revisa informes del IPCC, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Lancet Countdown, así como ejemplos de buenas prácticas.
Estos ejemplos evidencian que el reto no es solo técnico, sino político y financiero: para que la salud gane peso en las NDCs, es clave alinear presupuestos nacionales y fondos internacionales.
Los autores proponen un conjunto de medidas prácticas:
Integrar estos elementos permitiría cuantificar beneficios inmediatos, como la reducción de hospitalizaciones por enfermedades respiratorias, lo que a su vez fortalecería el apoyo público para metas más ambiciosas de mitigación.
Para los países latinoamericanos, donde aumentan las olas de calor, los brotes de dengue y la inseguridad alimentaria, incluir la salud en las NDCs es una estrategia de supervivencia. Incorporar métricas como la reducción de hospitalizaciones por contaminación o la prevención de enfermedades transmitidas por vectores puede movilizar apoyo ciudadano y facilitar el acceso a financiamiento internacional para la adaptación sanitaria.
Además, al presentar resultados concretos —por ejemplo, muertes evitadas o mejoras en la calidad del aire— los gobiernos pueden mostrar beneficios tangibles de la acción climática, reforzando la legitimidad de sus políticas.
La salud no es solo un co-beneficio de la acción climática: es un indicador clave de su éxito. Medir y priorizar la salud en las NDCs no solo salvará vidas, sino que también aumentará la aceptación social de las políticas de descarbonización y adaptación. Como concluyen Cresto Aleina y Beagley (2025), incluir métricas de salud es una estrategia pragmática para elevar la ambición climática y proteger a las generaciones presentes y futuras.
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SaludReferencia: Cresto Aleina, F., & Beagley, J. (2025). Health: The missing metric in climate ambition: The case for health-inclusive NDCs – ambitious climate action to save lives. PLOS Climate. https://doi.org/10.1371/journal.pclm.0000694