Enterrar madera para frenar el cambio climático: un potencial olvidado en los bosques manejados
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Redacción HC
La lucha contra el cambio climático exige soluciones innovadoras, rápidas y económicamente viables. Mientras gran parte del debate se concentra en tecnologías costosas como la captura directa de aire, un estudio publicado en Nature Geoscience (2025) revela que una estrategia mucho más simple podría contribuir significativamente a reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO₂): preservar y enterrar restos leñosos provenientes de bosques manejados.
Según el equipo internacional liderado por investigadores de la Universidad de Cornell, esta práctica podría remover gigatoneladas de CO₂ de la atmósfera, alargando la vida útil del carbono contenido en la madera y transformando residuos temporales en depósitos de larga duración.
Una alternativa natural frente a las tecnologías de captura de carbono
Los restos leñosos —ramas, troncos y desperdicios de aserraderos— suelen descomponerse en la superficie, liberando carbono en cuestión de décadas. Sin embargo, al enterrarlos en suelos profundos, con poco oxígeno y condiciones que ralentizan la descomposición, su permanencia puede extenderse durante siglos o incluso milenios.
El estudio plantea que esta estrategia ofrece una vía accesible frente a soluciones más caras como el almacenamiento geológico de carbono. “Estamos explorando una solución natural, escalable y de bajo costo que podría implementarse de inmediato en programas de manejo forestal”, destacan los autores.
Modelos globales y resultados sorprendentes
Los investigadores incorporaron un nuevo “reservorio” de restos leñosos en modelos de sistema terrestre para simular diferentes escenarios de manejo forestal. El análisis integró factores como la producción de residuos madereros, tasas de descomposición en superficie y en suelos enterrados, y logística de recolección y transporte.
El hallazgo central es contundente: enterrar restos leñosos podría remover gigatoneladas de CO₂ a nivel global. Por ejemplo, en escenarios aplicados a Estados Unidos, si se conservara hasta dos tercios de los residuos generados, esta práctica podría acercar al país a sus metas de neutralidad de carbono en 2050.
No obstante, los científicos advierten que se trata de un escenario extremo y que aún persisten incertidumbres: desde los costos y la viabilidad logística hasta los impactos ecológicos locales, como alteraciones en el ciclo de nutrientes o en comunidades de fauna descomponedora.
Riesgos, limitaciones y próximos pasos
Aunque la propuesta es atractiva por su bajo costo y relativa simplicidad, no está exenta de riesgos. Enterrar grandes volúmenes de madera podría afectar dinámicas locales del suelo, modificar la biodiversidad y generar preocupaciones de seguridad en áreas propensas a incendios.
Los autores recomiendan implementar pruebas de campo a largo plazo para validar tasas reales de descomposición en distintos climas y suelos. Además, proponen análisis de ciclo de vida (LCA) que incluyan emisiones derivadas del transporte y la maquinaria utilizada en el proceso.
Un punto clave será el diseño de marcos regulatorios y sistemas de verificación que aseguren que el carbono preservado se contabilice de forma precisa, evitando prácticas fraudulentas o ineficientes.
Relevancia para América Latina y la Amazonía
En regiones amazónicas y andinas, donde los residuos madereros son abundantes, esta técnica podría integrarse en programas de manejo forestal sostenible y proyectos de pago por servicios ecosistémicos. No obstante, sería fundamental evaluar cómo interactúa en suelos tropicales húmedos y cómo afecta a comunidades locales que utilizan estos restos como recursos energéticos o artesanales.
La oportunidad está en convertir un residuo subvalorado en un activo climático, generando beneficios económicos y ambientales. Sin embargo, se necesita cautela, investigación aplicada y un enfoque de gobernanza inclusivo.
El estudio publicado en Nature Geoscience abre la puerta a una solución inesperada y prometedora: enterrar madera para frenar el calentamiento global. Aunque no reemplaza otras medidas urgentes de mitigación, puede convertirse en una pieza clave de la transición hacia emisiones netas cero si se gestiona de manera sostenible, verificable y socialmente aceptable.
La pregunta ahora es si los gobiernos, la industria maderera y las comunidades estarán dispuestos a explorar esta alternativa y convertir los restos del bosque en una verdadera bóveda de carbono.
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ClimaReferencia: Luo, Y., Wei, N., Lu, X., Zhou, Y., Tao, F., Quan, Q., Liao, C., Jiang, L., Xia, J., Huang, Y., Niu, S., Xu, X., Sun, Y., Zeng, N., Koven, C., Peng, L., Davis, S., Smith, P., You, F., ... Houlton, B. (2025). Large CO₂ removal potential of woody debris preservation in managed forests. Nature Geoscience. https://doi.org/10.1038/s41561-025-01731-2



