La Amazonía frente a su punto de no retorno: ¿puede el bosque tropical sobrevivir al siglo XXI?
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Redacción HC
La Amazonía, considerada el “pulmón verde” del planeta, enfrenta un riesgo sin precedentes: transitar hacia un estado degradado o incluso convertirse en sabana. Un reciente análisis publicado en Nature (Flores et al., 2024) advierte que la convergencia entre cambio climático, deforestación, incendios y degradación del suelo podría llevar al bioma amazónico a un cambio abrupto e irreversible.
En este artículo repasamos los hallazgos más relevantes del estudio, su metodología y las implicaciones prácticas para la región y el mundo.
Un sistema en la cuerda floja
El estudio plantea una pregunta clave: ¿existen umbrales en las condiciones climáticas y en el uso del suelo que, al superarse, disparen retroalimentaciones positivas capaces de colapsar el bosque amazónico?
La importancia de esta interrogante es mayúscula. La Amazonía almacena entre 150 y 200 petagramos de carbono, regula las lluvias de Sudamérica y sostiene los medios de vida de millones de personas. Su colapso no solo afectaría a las comunidades locales, sino que aceleraría el cambio climático global.
Cómo se investigó el riesgo de colapso
El equipo interdisciplinario, integrado por científicos de Brasil, Alemania, Reino Unido, España, Países Bajos y Estados Unidos, empleó tres líneas principales de evidencia:
- Registros paleoclimáticos y biogeográficos, que muestran la resiliencia histórica del bosque frente a variaciones ambientales.
- Observaciones satelitales y de campo, que indican una pérdida progresiva de resiliencia desde principios de los 2000.
- Modelos climáticos y ecosistémicos, incluyendo simulaciones CMIP6, que proyectan aumentos de entre 2 y 4 °C en temperaturas máximas y una prolongación de la estación seca en 10 a 30 días hacia mediados de siglo.
Los investigadores también mapearon la superposición de disturbios —deforestación, incendios y fragmentación— para identificar regiones críticas en riesgo.
Hallazgos: entre el 10% y el 47% del bosque en riesgo
Uno de los resultados más alarmantes es que entre el 10% y el 47% de los bosques amazónicos podrían estar expuestos a perturbaciones combinadas para 2050. Esta horquilla refleja incertidumbre sobre las emisiones futuras, las políticas de uso del suelo y las respuestas climáticas regionales.
La investigación describe tres posibles trayectorias para los ecosistemas perturbados:
- Recuperación mediante restauración activa y control de incendios.
- Degradación progresiva, con especies resistentes pero menor almacenamiento de carbono.
- Transición a sabana, con pérdida persistente de biodiversidad y funciones climáticas.
Los autores subrayan que el riesgo no proviene de un único factor, sino de la sinergia de múltiples estresores que, al coincidir, pueden desencadenar un “efecto cascada” irreversible.
Consecuencias para América Latina y el mundo
La pérdida de resiliencia amazónica tendría impactos globales y regionales:
- Cambio climático global: la liberación de 150–200 Pg C incrementaría la concentración de CO₂ en la atmósfera, acelerando el calentamiento.
- Crisis hídrica regional: al disminuir la evapotranspiración, se reducirían las lluvias que sostienen la agricultura en Brasil, Perú, Bolivia y Argentina.
- Vulnerabilidad social: comunidades indígenas y rurales verían amenazados sus medios de vida, desde la seguridad alimentaria hasta la provisión de agua.
Qué se puede hacer para evitar el colapso
El estudio ofrece un mensaje claro: aún es posible mantener la Amazonía funcional, pero requiere acción inmediata en tres frentes:
- Detener la deforestación y degradación mediante políticas territoriales estrictas y reconocimiento de derechos de pueblos indígenas.
- Invertir en restauración ecológica, con énfasis en corredores biológicos que mantengan la conectividad del paisaje.
- Reducir emisiones globales, ya que el calentamiento exacerba sequías, incendios y eventos extremos.
Los autores recomiendan priorizar las áreas más fragmentadas y con mayor riesgo de incendios, que actúan como “palancas críticas” para evitar transiciones irreversibles. También destacan la necesidad de mejorar el monitoreo por satélite y en campo para detectar señales tempranas de pérdida de resiliencia.
Conclusión: la urgencia de actuar
La Amazonía está en una encrucijada histórica. Mantener su integridad no es solo una cuestión ambiental, sino también climática, social y económica. La ventana de oportunidad se está cerrando, pero todavía es posible garantizar que este ecosistema vital no cruce el punto de no retorno.
La decisión recae en nosotros: gobiernos, empresas, comunidades y ciudadanos. Actuar ahora es la única vía para que el bosque tropical más grande del planeta siga siendo un aliado frente al cambio climático.
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BiodiversidadReferencia: Flores, B. M., Montoya, E., Sakschewski, B., Nobre, C. A., Staal, A., Betts, R. A., et al. (2024). Critical transitions in the Amazon forest system. Nature, 626, 456–470. https://doi.org/10.1038/s41586-023-06970-0



