El último boletín de gases de efecto invernadero de la Organización Meteorológica Mundial – OMM, informa que el dióxido de carbono (CO₂) que no logra ser absorbido por los ecosistemas terrestres o los océanos y permanece en la atmósfera, es denominado Fracción Aérea (AF, por sus siglas en inglés). La AF es un indicador del equilibrio entre la emisión y el almacenamiento de carbono que varía año a año. En los últimos 60 años su promedio a variado entre el 20% y el 80%, el promedio de las 6 últimas décadas es de 42%, el almacenamiento de carbono efectuado por los ecosistemas terrestres y marinos, se ha incrementado proporcionalmente al aumento de las emisiones, pero su comportamiento futuro es incierto debido a que son sensibles al clima y a los cambios de uso del suelo.
El análisis de las estaciones de la Vigilancia Global de la Atmósfera (VAG, por sus siglas en inglés) de la OMM, publicado en el boletín, muestran que, en el año 2020, el incremento de CO₂, metano (CH4) y óxido nitroso (N2O) superaron la tasa de crecimiento anual de los últimos diez años. Y que entre los años 1990 y 2020, el forzamiento radiactivo ejercido por los gases de efecto invernadero de larga vida (un efecto que calienta nuestro clima). Aumentó en un 47 %, y cerca del 80 % de ese incremento se debió al CO₂, lo que pone en peligro el logro de los objetivos del Acuerdo de París para limitar la subida global de las temperaturas, con el fin de frenar la crisis climática.
En el boletín, se indica que el cambio climático y sus efectos, como el incremento en la frecuencia de sequías y de incendios forestales, podrían reducir la absorción de CO₂ en los ecosistemas terrestres. En el caso del ecosistema marino, la reducción de la absorción de CO₂ podría deberse al aumento de la temperatura de la superficie marina, a la disminución del pH por la absorción de CO₂ y a la disminución de la circulación del océano por el incremento del hielo marino.
Finalmente, en el documento se advierte que es necesario contar con información oportuna y precisa sobre la Fracción Aérea para detectar futuros cambios en el equilibrio entre las emisiones y el almacenamiento del carbono en los ecosistemas terrestres y marinos. Mencionan, que OMM cuenta con el programa de Vigilancia Global de la Atmósfera (GAW, por sus siglas en inglés), que proveen de observaciones precisas a largo plazo que permiten realizar proyecciones de los niveles de CO₂ y del clima, sin embargo, se requieren de más datos provenientes de las regiones tropicales de las que no se cuenta con datos.
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Referencia: World Metereological Organization (2021). The State of Greenhouse Gases in the Atmosphere Based on Global Observations through 2020. WMO Greenhouse Gas Bulletin 17. 1-10. https://library.wmo.int/doc_num.php?explnum_id=10838