El lenguaje legal ha sido durante mucho tiempo objeto de críticas por su complejidad y dificultad de comprensión. Un nuevo estudio publicado recientemente arroja luz sobre las razones detrás de esta complejidad, desafiando algunas suposiciones comunes y proporcionando nuevas perspectivas sobre cómo podríamos abordar este problema.
El estudio comienza destacando una característica distintiva del lenguaje legal: su sintaxis incrustada en el centro. Esta estructura, en la que una cláusula se inserta en medio de otra, es mucho más común en textos legales que en otros géneros de escritura en inglés.
Para ilustrar esto, los investigadores analizaron el Código de los Estados Unidos y lo compararon con seis géneros de referencia, incluyendo textos académicos, ficción y artículos periodísticos. Los resultados fueron sorprendentes: las leyes contenían varias veces más cláusulas con inserción central que cualquiera de los otros géneros analizados.
Esta estructura sintáctica no solo hace que los textos legales sean más difíciles de leer, sino que también impone mayores demandas de memoria y procesamiento a los lectores. Los investigadores encontraron que las leyes contenían dependencias sintácticas significativamente más largas que los textos de referencia, lo que se asocia con una mayor dificultad de comprensión y producción.
Para entender por qué los textos legales se escriben de esta manera, los investigadores probaron dos hipótesis principales:
Los investigadores llevaron a cabo dos experimentos para probar estas hipótesis:
En el primer experimento, se pidió a los participantes que escribieran disposiciones legales que prohibieran delitos y historias que describieran a alguien cometiendo delitos. Los resultados mostraron que las respuestas en la condición legal contenían un porcentaje significativamente mayor de oraciones con sintaxis incrustada en el centro (48.1%) en comparación con las historias (5.8%). Este hallazgo apoya la hipótesis del "hechizo mágico".
Sorprendentemente, no se encontró evidencia que respaldara la hipótesis de "copiar y editar". Los participantes no fueron más propensos a usar estructuras complejas cuando editaban un texto existente en comparación con cuando escribían desde cero.
El segundo experimento comparó la redacción de leyes oficiales con descripciones no oficiales de leyes. Nuevamente, los resultados apoyaron la hipótesis del "hechizo mágico", con una mayor prevalencia de sintaxis compleja en las leyes oficiales.
Estos hallazgos tienen implicaciones significativas tanto para la ciencia cognitiva como para la doctrina y política legal:
En conclusión, este estudio proporciona una nueva perspectiva sobre un problema antiguo, ofreciendo esperanza para futuros esfuerzos de simplificación legal y desafiando suposiciones arraigadas sobre la naturaleza del lenguaje legal. A medida que continuamos navegando por un mundo cada vez más complejo de leyes y regulaciones, investigaciones como esta serán cruciales para garantizar que nuestro sistema legal siga siendo accesible y comprensible para todos.
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AcademiaReferencia: Martínez, E., Mollica, F., & Gibson, E. (2024). Even laypeople use legalese. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 121(35). https://doi.org/10.1073/pnas.2405564121