Las partículas ultrafinas, también conocidas como PM10, miden aproximadamente 10 micrómetros (10 µm) de diámetro o menos. Si las comparamos con el grosor del cabello humano que tiene un diámetro promedio de 70 µm son minúsculas. Algunas de ellas se originan por la actividad humana, construcciones, fabricas, automóviles, etc. La Organización Mundial de la Salud ha bajado los límites de calidad del aire porque estas partículas pueden llegar al torrente sanguíneo a través de la inhalación, ahora sabemos que también pueden influir en la condensación de las nubes y en la precipitación, ocasionando inundaciones y sequías que pueden estar relacionadas con las emisiones originadas por las actividades humanas.
Para conocer más acerca de la relación entre las partículas ultrafinas y las inundaciones o sequías, investigadores del Instituto Tecnológico de Karlsruhe de Alemania y de la Universidad de Flinders de Australia decidieron averiguar sobre el tema. Los investigadores manifestaron que los modelos climáticos estiman un incremento de agua del 7% por cada grado centígrado de incremento de la temperatura de la atmósfera, y agregaron que se conoce que las partículas ultrafinas reducen algunos tipos de lluvia y alargan el tiempo de permanencia del vapor de agua en la atmósfera pudiendo ocasionar sequías. Sin embargo, hasta ahora no se ha logrado establecer cuantitativamente su contribución, también manifestaron que es conocido que la composición de las partículas ultrafinas está dada por compuestos de azufre, productos orgánicos de baja volatilidad, amoniaco y sulfuro de dimetilo proveniente de áreas marinas, entre otras sustancias.
En ese sentido, emplearon avionetas para hacer mediciones directas del aire en las regiones de mayor concentración de aerosoles, que se encuentran entre los 20000 y 180000 cm³, y se ubican en distintos lugares del planeta, tales como el norte y el sur de Europa, México, Kenia, China, Australia, los cuales se eligieron por sus buenas condiciones para la observación.
Entre las conclusiones del estudio, se mencionan que las partículas ultrafinas que provienen de los combustibles fósiles, son aproximadamente el doble de las del año 2000, que son usadas por los modelos climáticos. Y, que el incremento de potencial para la condensación de nubes que tienen las partículas ultrafinas pueden impactar negativamente en el ciclo hidrológico, retrasando la caída de la lluvia e incrementando el tiempo que el agua permanece en la atmósfera. Lo que trae como consecuencia que las nubes no puedan descargar su contenido de agua en forma de lluvia. Finalmente, los investigadores manifiestan que existen pruebas para pensar que los climas extremos como las lluvias o sequías de larga duración son la consecuencia del efecto de las partículas ultrafinas que se originan por el uso de los combustibles fósiles, entre otras fuentes.
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Referencia: Junkermann, W., & Hacker, J. (2022). Unprecedented levels of ultrafine particles, major sources, and the hydrological cycle. Scientific Reports, 12(1), 7410. https://doi.org/10.1038/s41598-022-11500-5