El fenómeno de El Niño 2015-2016 dejó una huella imborrable en la cuenca amazónica, provocando una pérdida de carbono sin precedentes que aún hoy, años después, no se ha recuperado completamente. Un nuevo estudio revela detalles alarmantes sobre cómo este evento climático extremo ha afectado al "pulmón del planeta" y qué podría significar para nuestro futuro climático.
Durante El Niño 2015-2016, la cuenca amazónica liberó casi una gigatonelada de carbono (GtC) a la atmósfera. Para poner esto en perspectiva, es aproximadamente equivalente a las emisiones anuales de carbono de Japón, la tercera economía más grande del mundo. Esta liberación masiva de carbono fue causada por temperaturas extremas y una sequía severa que azotó la región.
Lo más preocupante es que, según el estudio, esta pérdida de carbono no se había recuperado para finales de 2018, más de dos años después del evento.
El estudio divide la región en tres áreas principales: el noreste de la Amazonía (NE-Amazonía), el oeste y suroeste de la Amazonía (WSW-Amazonía), y la sabana del sureste (SE-Sabana). De estas, el NE-Amazonía sufrió el golpe más duro.
Los ecosistemas forestales en el NE-Amazonía experimentaron una pérdida total acumulada de carbono de aproximadamente 0,6 GtC hasta diciembre de 2018. Esta pérdida fue impulsada principalmente por una supresión de la fotosíntesis, el proceso mediante el cual las plantas absorben carbono de la atmósfera.
Mientras que en la Amazonía la pérdida de carbono se debió principalmente a la reducción de la fotosíntesis, en la región de sabana del sureste, el fuego jugó un papel crucial. Esta diferencia subraya la complejidad de los ecosistemas en la región y cómo responden de manera diferente a los eventos climáticos extremos.
Los investigadores atribuyen la lenta recuperación a una pérdida de carbono inesperadamente grande causada por la severa aridez atmosférica, junto con un déficit en el almacenamiento de agua durante la sequía. En términos más simples, el aire estaba tan seco y había tan poca agua disponible que las plantas no pudieron funcionar normalmente, lo que resultó en una pérdida de carbono mucho mayor de lo anticipado.
De hecho, el estudio revela que la atenuación de la absorción de carbono es tres veces mayor de lo que se esperaba basándose en la sensibilidad previa a la sequía.
Implicaciones para el Futuro
Estos hallazgos tienen implicaciones significativas para nuestra comprensión de cómo la Amazonía y otras regiones tropicales podrían responder a futuros eventos climáticos extremos. Los modelos climáticos predicen que para finales del siglo XXI, bajo un escenario de emisiones moderadas, la Amazonía podría experimentar una reducción del almacenamiento total de agua de 50 a 200 mm, especialmente en las regiones noreste y suroeste.
Si esto ocurre, tanto la producción primaria bruta (la cantidad de carbono que las plantas absorben a través de la fotosíntesis) como la absorción neta de carbono se volverán más sensibles a la aridez atmosférica. En otras palabras, la Amazonía podría volverse más vulnerable a las sequías y potencialmente convertirse en una fuente neta de carbono para la atmósfera, en lugar de un sumidero como lo es actualmente.
Este estudio subraya la urgencia de abordar el cambio climático y proteger ecosistemas críticos como la Amazonía. Si la biosfera terrestre, que actualmente absorbe alrededor de una cuarta parte de las emisiones anuales de combustibles fósiles, comienza a debilitarse, la presión para reducir las emisiones y desarrollar tecnologías de emisiones negativas aumentará significativamente.
La Amazonía, a menudo llamada el "pulmón del planeta", está mostrando signos de agotamiento. El tiempo para actuar es ahora. Cada esfuerzo para mitigar el cambio climático y preservar estos ecosistemas vitales cuenta en la lucha por un futuro sostenible.
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ClimaReferencia: Liu, J., Bowman, K., Palmer, P. I., Joiner, J., Levine, P., Bloom, A. A., Feng, L., Saatchi, S., Keller, M., Longo, M., Schimel, D., & Wennberg, P. O. (2024). Enhanced carbon flux response to atmospheric aridity and water storage deficit during the 2015–2016 El Niño compromised carbon balance recovery in tropical south America. AGU Advances, 5(4). https://doi.org/10.1029/2024av001187