Análisis satelital del impacto de los incendios en la Amazonía


Incendio forestal
Incendio forestal
Sippakorn Yamkasikorn

La Amazonía, uno de los pulmones del planeta, enfrenta desafíos cada vez mayores debido a los incendios, cuyo impacto se refleja en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y en la salud ecológica de esta vasta región. Un estudio reciente ha utilizado datos satelitales y análisis estadísticos avanzados para profundizar en cómo los incendios afectan el clima y la dinámica de los paisajes amazónicos. En esta entrada de blog, exploramos en detalle las metodologías, hallazgos y conclusiones del estudio, ofreciendo una mirada crítica sobre la complejidad de los incendios y su interacción con factores climáticos, biogeoquímicos y biofísicos.

El estudio se fundamenta en la utilización de datos satelitales que integran información sobre condiciones climáticas, bioquímicas y biofísicas. Estas herramientas permiten no solo rastrear la actividad de incendios a lo largo del tiempo, sino también vincularla con variaciones estacionales y patrones de uso del suelo. Gracias a este enfoque multidimensional, los investigadores han logrado evaluar la evolución de los incendios en la región amazónica, distinguiendo entre impactos derivados de la variabilidad climática y aquellos vinculados a actividades antropogénicas.

  1. Factores climáticos y ambientales: Se ha identificado que el ciclo estacional de incendios está fuertemente influenciado por las condiciones meteorológicas y ambientales. Las variaciones mensuales revelan que la actividad de incendios comienza a incrementarse a partir de julio, alcanzando su punto máximo entre agosto y septiembre, para disminuir luego a partir de octubre, con valores mínimos en mayo y junio.
  2. Impactos heterogéneos en el paisaje: La región amazónica, con su diversidad de ecosistemas, muestra un impacto muy variable de los incendios. Las áreas del sur, sureste y este registran mayores superficies quemadas, lo que podría estar relacionado con cambios en el uso y cobertura del suelo, como la transformación de bosques en sabanas o pastizales.

Uno de los hallazgos destacados del estudio es la marcada diferencia en los factores de emisión de GEI, principalmente CO y NO₂, entre incendios de distintas etapas de la estación seca. Se observó que:

  1. Incendios tempranos vs. incendios medios: Los incendios que ocurren en la etapa temprana de la estación seca queman menos biomasa y, en consecuencia, generan menores emisiones de GEI. En contraste, durante la mitad de la estación seca se registran mayores emisiones, lo que evidencia la relación directa entre la cantidad de biomasa quemada y la intensidad de las emisiones.
  2. Relación no lineal en emisiones: Las emisiones de CO y NO₂ no siguen un comportamiento lineal en relación con la quema de biomasa, sugiriendo que otros factores, como la dinámica de la humedad de las plantas y la cobertura terrestre, juegan roles determinantes en la variabilidad de las emisiones.

El estudio cuantitativo encontró una correlación positiva (r² = 0,30) entre la quema de biomasa y los factores de emisión derivados del fuego. Sin embargo, otros indicadores del estado de la superficie terrestre mostraron correlaciones mucho más débiles (alrededor de 0,1), lo que subraya la complejidad de los procesos que intervienen en la liberación de GEI durante los incendios.

Un aspecto relevante del análisis fue la exploración de la relación entre el Índice Multivariado ENSO (IME) y los eventos de incendios extremos. A pesar de la importancia de ENSO en la variabilidad de las precipitaciones, el estudio no encontró una correlación significativa directa entre este fenómeno climático y la actividad de incendios en la Amazonía. Esto sugiere que, aunque ENSO influye en el clima regional, su efecto sobre los incendios podría estar mediado por otros factores ambientales y humanos.

Además, la influencia de la actividad humana es innegable. El cambio en el uso del suelo —especialmente en las áreas del “arco de deforestación”— no solo modifica la estructura del paisaje, sino que también agrava el impacto de los incendios. Las prácticas de deforestación y la conversión de áreas forestales a pastizales o sabanas intensifican la vulnerabilidad de la región frente a incendios y el consiguiente estrés ambiental.

Frente a la complejidad de los incendios en la Amazonía, los investigadores proponen la adopción de nuevas estrategias de gestión, inspiradas en prácticas internacionales como la “quema de mosaico de parches”. Esta técnica, que ha sido aplicada en regiones de África, busca prevenir incendios de mayor escala y reducir la intensidad de las quemas mediante la aplicación controlada del fuego.

  1. Beneficios de la quema de mosaico: Al fragmentar el área susceptible a incendios, se puede limitar la propagación del fuego y disminuir las emisiones de GEI, a la vez que se preserva parte de la vegetación esencial para la recuperación ecológica.
  2. Necesidad de modelos integrados: Se destaca la urgencia de desarrollar modelos que integren factores críticos como la humedad del combustible, la fenología de la vegetación y la biomasa de pastos. Estos modelos permitirían una predicción más precisa de los patrones de incendio y una mejor toma de decisiones en términos de mitigación del cambio climático.

El estudio enfatiza que la investigación sobre la relación entre los incendios y las emisiones de GEI es crucial para llenar vacíos en el conocimiento actual y para orientar políticas de gestión ambiental en una región que, ya de por sí, está bajo múltiples presiones.

En resumen, la investigación revela que la actividad de incendios en la Amazonía ha tenido un impacto sustancial en las emisiones de GEI durante las últimas dos décadas. Las diferencias observadas entre incendios de distintas etapas de la estación seca y la correlación positiva entre la quema de biomasa y las emisiones resaltan la complejidad de los procesos implicados.

Este análisis no solo subraya la importancia de utilizar datos satelitales y metodologías avanzadas para comprender la dinámica de los incendios, sino que también plantea un imperativo para la implementación de políticas de gestión y mitigación. La combinación de prácticas de quema controlada, restauración ecológica y el desarrollo de modelos predictivos robustos podría ser la clave para preservar la Amazonía y combatir el cambio climático.

Con la presión creciente sobre los ecosistemas amazónicos, este estudio invita a gobiernos, comunidades locales y organismos internacionales a repensar las estrategias de manejo de incendios, considerando tanto los factores climáticos como las influencias antropogénicas. La toma de decisiones informada y basada en la evidencia es esencial para asegurar un futuro sostenible para una de las regiones más vitales del planeta.

Este análisis exhaustivo nos recuerda que, en el delicado equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, la ciencia y la tecnología son aliados indispensables para enfrentar los desafíos ambientales del siglo XXI. La Amazonía, con su diversidad y riqueza ecológica, merece una gestión que combine conocimiento, innovación y compromiso con la conservación global.


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Clima

Referencia: Barbosa, H. A., Buriti, C. O., & Kumar, T. V. L. (2025). Assessment of fire dynamics in the Amazon basin through satellite data. Atmosphere, 16(2), 228. https://doi.org/10.3390/atmos16020228

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