En el vasto entramado del cerebro humano, la corteza cerebral ha acaparado la mayor parte de los reflectores cuando hablamos de conciencia: sus pliegues, sus redes de neuronas y sus, a veces, enigmáticos patrones de actividad cerebral suelen considerarse el escenario principal donde emerge nuestra experiencia consciente. Sin embargo, un estudio reciente de Fang y colaboradores ha arrojado luz sobre un actor subterráneo, casi invisible hasta ahora: los núcleos intralaminares y mediales del tálamo. Gracias a registros intracraneales simultáneos en pacientes humanos, este trabajo revela que estas pequeñas, pero fundamentales estructuras subcorticales actúan como auténticas “puertas” que modulan la actividad prefrontal durante el surgimiento de la percepción consciente.
Desde hace décadas sabemos que estados generales de conciencia —como estar despierto, dormido o en coma— están íntimamente ligados a la actividad de los núcleos talámicos de alto orden. No obstante, el proceso más sutil de la percepción consciente —es decir, el paso de indiferencia sensorial a experiencia consciente de un estímulo— se ha estudiado casi de forma exclusiva en la corteza. Paradójicamente, apenas sabíamos cómo las interacciones talamocorticales contribuían en milisegundos al destello súbito de la conciencia visual.
Las teorías más sofisticadas planteaban que el tálamo era algo así como un mero “punto de relevo”: un prerrequisito para llevar información sensorial a la corteza, pero sin un papel directo en la chispa consciente. Sin embargo, nuevos hallazgos de anatomía y neuroimagen sugerían una intervención más activa del tálamo en procesos cognitivos complejos. Lo que faltaba era la evidencia directa, con alta resolución espacial y temporal, de cómo las diferentes subregiones talámicas participan en ese fugaz tránsito de la sensación a la conciencia.
Para superar las limitaciones de los estudios no invasivos, el equipo liderado por Fang, implantó electrodos de estereoelectroencefalografía (sEEG) simultáneos en varios núcleos talámicos (ventrales, intralaminares y mediales) y en la corteza prefrontal de pacientes epilépticos. Mientras los voluntarios realizaban una tarea de conciencia visual diseñada para separar la actividad cerebral relacionada con la detección del estímulo de la mera ejecución del informe (se usaba la misma respuesta sacádica tanto en condiciones consciente como inconsciente), los investigadores analizaron dos tipos de señal clave:
Los resultados fueron contundentes: los núcleos intralaminares y mediales se «despertaban» antes y con mayor intensidad en los ensayos donde el estímulo alcanzaba la conciencia, en comparación tanto con los núcleos ventrales como con la propia corteza prefrontal.
Pero más allá de la cronología, Fang y su equipo examinaron la dirección del flujo de información entre tálamo y corteza. Mediante técnicas de sincronía neuronal y de acoplamiento de frecuencia cruzada, observaron que durante el impulso consciente:
En otras palabras, no era la corteza la que dictaba el ritmo al tálamo, sino que las oscilaciones tálamicas marcaban el compás de la activación prefrontal en el preciso instante en que la percepción se volvía consciente.
Para confirmar que este circuito realmente codificaba contenido consciente y no meros parámetros de la tarea (como el nivel de contraste del estímulo, señales de reglas o la dirección de la sacada), los autores implementaron un análisis de decodificación:
Este hallazgo subraya que el bucle tálamo–prefrontal no está destinado a la ejecución del informe, sino específicamente al contenido mismo de la conciencia.
Implicaciones y futuros horizontes
En definitiva, El equipo de Fang nos muestra que la conciencia visual no es un mero legado cortical, sino el fruto de un diálogo dinámico entre el tálamo y la corteza prefrontal, donde los pequeños, pero poderosos núcleos intralaminares y mediales del tálamo asumen el papel de porteros de nuestra propia experiencia consciente. Este descubrimiento inaugura una nueva era en la neurociencia de la conciencia, en la que el subcórtex deja de ser un actor secundario para convertirse en un protagonista esencial.
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SaludReferencia: Fang, Z., Dang, Y., Ping, A., Wang, C., Zhao, Q., Zhao, H., Li, X., & Zhang, M. (2025). Human high-order thalamic nuclei gate conscious perception through the thalamofrontal loop. Science (New York, N.Y.), 388(6742), eadr3675. https://doi.org/10.1126/science.adr3675