Los Denisovanos, un grupo extinto de humanos antiguos, han intrigado durante mucho tiempo a científicos y entusiastas de la historia por igual. Un estudio reciente publicado en Nature ha arrojado nueva luz sobre esta misteriosa especie, revelando detalles fascinantes sobre sus estrategias de subsistencia y supervivencia durante el Pleistoceno Medio y Superior.
La investigación, realizada en la cueva kárstica de Baishiya en la meseta tibetana, ha descubierto evidencia de que los Denisovanos no solo estuvieron presentes en esta región desde hace 160.000 años, sino que también se adaptaron a una amplia gama de condiciones ambientales, incluidos los duros climas de la edad de hielo. Este descubrimiento es significativo porque extiende la presencia conocida de Denisovanos en la cueva hasta el Pleistoceno tardío, con nuevos especímenes de costillas de homínidos que datan de hace aproximadamente 48-32 mil años.
Los hallazgos del estudio se basan en un análisis exhaustivo de más de 2.500 fragmentos de huesos de la cueva. Mediante el uso de técnicas avanzadas como la zooarqueología por espectrometría de masas (ZooMS), los investigadores pudieron identificar un nuevo fósil Denisovano y obtener información sobre los hábitos alimenticios y las habilidades para fabricar herramientas de esta antigua especie. El conjunto faunístico, dominado por Caprinae (como el borrego azul), megaherbívoros, carnívoros, pequeños mamíferos y aves, indica que los Denisovanos fueron los principales agentes de acumulación de fauna en la cueva.
Uno de los aspectos más llamativos del estudio es la evidencia de modificaciones antropogénicas en las superficies óseas, lo que sugiere que los Denisovanos se dedicaban a la caza sistemática, el despiece y el consumo de una variedad de especies animales. Explotaban estos animales no solo por su carne y médula, sino también por sus cueros y huesos, que se utilizaban como materias primas para la producción de herramientas.
Las implicaciones de estos hallazgos son profundas. Proporcionan una ventana al comportamiento y las estrategias de adaptación de los Denisovanos, ofreciendo un vistazo a cómo prosperaron en entornos diversos y fluctuantes. El estudio también destaca la importancia de la investigación interdisciplinaria, que combina datos genéticos, arqueológicos y proteómicos para reconstruir el rompecabezas de nuestros parientes humanos antiguos.
A medida que continuamos explorando las profundidades de la historia humana, los Denisovanos siguen siendo un testimonio de la resistencia y el ingenio de nuestra especie. Su legado, preservado en el sedimento y la piedra de la cueva kárstica de Baishiya, continúa informando e inspirando nuestra comprensión de la evolución humana.
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Referencia: Xia, H., Zhang, D., Wang, J., Fagernäs, Z., Li, T., Li, Y., Yao, J., Lin, D., Troché, G., Smith, G. M., Chen, X., Cheng, T., Shen, X., Han, Y., Olsen, J. V., Shen, Z., Pei, Z., Hublin, J.-J., Chen, F., & Welker, F. (2024). Middle and Late Pleistocene Denisovan subsistence at Baishiya Karst Cave. Nature. https://doi.org/10.1038/s41586-024-07612-9