El Debate sobre el Alcohol Moderado y la Salud


Water In Wine Cup Pouring
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Alex Brune

En los últimos años, el debate sobre los efectos del consumo de alcohol en la salud ha sido objeto de intenso escrutinio. Un número creciente de estudios ha cuestionado los hallazgos previos que sugerían que el consumo moderado de alcohol podría proteger contra enfermedades graves, como la enfermedad cardíaca isquémica, el accidente cerebrovascular isquémico y la diabetes tipo 2. Aunque muchos estudios observacionales sugieren que las personas que beben en niveles moderados viven más y tienen menos enfermedades que los abstemios, las comparaciones simples están contaminadas por muchas fuentes potenciales de sesgo de selección.

Históricamente, la idea de que el consumo moderado de alcohol podría tener beneficios para la salud se ha basado en estudios observacionales. Estos estudios a menudo muestran una relación en forma de J, donde las personas que consumen alcohol en niveles bajos o moderados parecen tener un riesgo menor de mortalidad en comparación con los abstemios y los bebedores empedernidos. Sin embargo, esta aparente ventaja ha sido cuestionada debido a la presencia de varios sesgos en los estudios.

Uno de los puntos más destacados es el sesgo de selección. Los abstemios, el grupo de referencia contra el cual se compara a los bebedores, pueden incluir personas que han dejado de beber debido a problemas de salud. Esto sesga los resultados, haciendo que los bebedores moderados parezcan más saludables de lo que realmente son. Además, las cohortes más jóvenes seguidas hasta una edad avanzada son menos propensas a estos sesgos de selección, lo que sugiere que los estudios que encuentran beneficios para la salud en el consumo moderado de alcohol pueden estar influenciados por estos sesgos.

Una revisión sistemática y metanálisis reciente sobre el consumo de alcohol y la mortalidad por todas las causas ha confirmado que las estimaciones del riesgo de mortalidad asociado con el consumo de bajo volumen se vuelven más pequeñas y no significativas cuando se ajusta para las características clave del estudio, como si los abstemios de por vida fueron el grupo de referencia y la edad de la cohorte del estudio. Esto sugiere que muchos de los estudios anteriores que informaron beneficios para la salud del consumo moderado de alcohol podrían haber sido sesgados.

Un ejemplo destacado de este fenómeno es un metanálisis que utilizó un conjunto de 107 estudios de cohorte, que encontró que los estudios de mayor calidad, que controlaron mejor los sesgos de selección, no mostraron un riesgo de mortalidad significativamente menor para los bebedores de bajo volumen. Por el contrario, los estudios de menor calidad, más propensos a los sesgos, mostraron aparentes beneficios para la salud.

El diseño del estudio es determinante para entender la relación entre el consumo de alcohol y la mortalidad. Los estudios que utilizan cohortes más jóvenes y excluyen a los participantes con problemas de salud preexistentes tienden a encontrar menos beneficios del consumo moderado de alcohol. Además, las medidas de consumo de alcohol que cubren períodos más cortos (menos de 30 días) pueden ser menos precisas y estar más sujetas a sesgos.

Los estudios que controlan el estado de tabaquismo y el nivel socioeconómico (SES) también han mostrado resultados diferentes. Por ejemplo, los estudios que no controlan el tabaquismo pueden encontrar una relación más fuerte entre el consumo moderado de alcohol y la reducción de la mortalidad, ya que el tabaquismo es un fuerte predictor independiente de mortalidad y está asociado con el consumo de alcohol.

Las implicaciones de estos hallazgos son significativas para la formulación de directrices nacionales sobre el consumo de alcohol de bajo riesgo. Las directrices actuales que sugieren que el consumo moderado de alcohol puede ser beneficioso para la salud deben ser reevaluadas a la luz de las nuevas evidencias que cuestionan estos beneficios. Es esencial que las políticas de salud pública se basen en la mejor evidencia disponible, libre de sesgos.

Este estudio destaca la necesidad de estudios de mayor calidad que eviten los sesgos de selección para comprender mejor la verdadera relación entre el consumo de alcohol y la mortalidad. Los futuros estudios deberían utilizar cohortes más jóvenes seguidas hasta una edad avanzada y asegurarse de que el grupo de referencia de abstemios no esté sesgado hacia una mala salud.

Además, se necesita más investigación para explorar el papel del tabaquismo y el nivel socioeconómico en la relación entre el consumo de alcohol y la mortalidad. Estos factores podrían ser verdaderos modificadores o mediadores de esta relación, y su especificación incorrecta podría llevar a estimaciones erróneas de los efectos del alcohol en la salud.

En resumen, aunque la idea de que el consumo moderado de alcohol tiene beneficios para la salud ha sido ampliamente aceptada, la evidencia reciente sugiere que esta creencia puede estar basada en estudios sesgados. Es determinante que las futuras investigaciones y las políticas de salud pública reflejen una comprensión más precisa de los riesgos y beneficios del consumo de alcohol, basada en estudios de alta calidad y metodológicamente sólidos.


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Salud

Referencia: Stockwell, T., Zhao, J., Clay, J., Levesque, C., Sanger, N., Sherk, A., & Naimi, T. (2024). Why do only some cohort studies find health benefits from low volume alcohol use? A systematic review and meta-analysis of study characteristics that may bias mortality risk estimates. Journal of Studies on Alcohol and Drugs. https://doi.org/10.15288/jsad.23-00283

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